sábado, 7 de febrero de 2015

¿Cómo ser feliz? (Parte I)

Hace unos meses mi papá me dejó un mensaje en Skype que decía: “Hija, aquí te dejo este documental” y debajo me copió el link. Cuando vi que el título era “Happy”, me dio pereza verlo, pues no hay nada que me aburra más que ver a alguien hablando de lo lindo que es la vida y de lo fácil que es ser feliz. Nunca me han gustado los libros autoayuda y le huyo a los videos de las atletas sin brazos que han hecho de todo para superarse. Sin embargo, lo vi el fin de semana siguiente. Es verdad que desde hace algún tiempo, me he estado preguntado donde está la felicidad, y también como puedo ser mejor persona. Esto nació en conversaciones con mi psicóloga y en el paso por la vida. Sin duda es una pregunta difícil, pero a medida que he ido andado, creo que he descubierto algunas respuestas. O eso creo.

No tengo en mi cabeza ser la Madre Teresa de Calcuta. Mi intención no es ser monja, ni hacer votos de pobreza. Sino, dentro de mis gustos, y llevando una vida normal, intentar ser feliz cada día, a cada hora. Porque la felicidad no está al final del cuento, ni en el futuro como muchos piensan. Documentales, películas, videos y varias páginas en internet hablan de cómo la gente es feliz, o infeliz. Aquí colocaré algunos puntos (por ahora son 8) de lo que he encontrado (además de ejercitarse 30 minutos diarios), y algo sobre mis reflexiones, mi paso por un colegio de monjas, mis viajes, conocer tanta gente, ver desde lejos, las universidades, los libros, las fiestas, etc., como una manera de resumir lo que pienso ahora y registrarlo para leerlo en momentos de debilidad extrema.



1. Ser auténticos.

Está circulando un video en las redes sociales sobre varios consejos que los adultos mayores le dan a los jóvenes. Y una de las cosas que los señores dicen es que hay que ser uno mismo. Pienso que no hay nada más agobiante que intentar ser alguien que uno no es. Recuerdo cuando estaba en la escuela una chica quería tanto ser otra chica que en unas vacaciones aprendió a escribir exactamente como ella. Aprendió a hacer su letra exactamente igual a la de ella. ¡Nooooooo! No me imagino cuantas horas demoró analizando su caligrafía e intentando imitar todo el abecedario. Supongo que es algo realmente desgastante. Creo que uno de mis ejemplos de ser uno mismo son mis papás. (Papá, si estás leyendo esto, te mando un beso!) Mi papá es un señor que creo que puede decir dignamente que ha vivido su vida a su manera. El puede decir I did it my way!, como cantó Frank Sinatra. Eso es tener carácter. Me imagino que es algo que se logra con los años. Cuando uno es adolescente, tiene muchos miedos, es inseguro, etc. No lo sé, lo que sí sé es que como él no hay dos y como mi mamá tampoco. Mi mamá es una señora muy trabajadora y especial que no le da vergüenza nada, hace chistes con la gente, y tiene una risa muy particular y espontánea. Varias personas se han enamorado de la sinceridad y espontaneidad de sus carcajadas. En ese momento ella es como es y verla reír es una experiencia liberadora. Aún tengo mucho por aprender de ellos dos.

(Continuará) 

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1 comentario:

  1. Se auténtico es la única forma de aproximarse a eso que llaman felicidad, que para mi es como un estado de calma jubilosa o algo así...trae problemas, pero no serlo trae muuucho stress. Me gusta tu blog, sigue así.

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