sábado, 28 de febrero de 2015

¿Cómo ser feliz? (Parte III)

5. Mandar a mucha gente a la porra. 
Deshacerse de las personas que no aportan nada positivo a tu vida es un paso fundamental para ser feliz. Nunca falta el compañero de trabajo que quiere hacerte la vida imposible. O el amigo que te hace daño, o el novi@ que te hace sentir chiquitic@. A esa gente hay que mandarla a fritar espárragos. Y para eso primero tienes que recordar que todos somos seres humanos en igual de condiciones, que te mereces lo mejor, repetirlo como un mantra todos los días y después hacérselo saber a la gente que te quiere hacer creer que tu eres menos que ellos, o a las que te quieren dar migajas de su amistad o de su amor. ¡Ojo! Una cosa es hacerse respetar y otra cosa es la violencia. Hay que saber manejar la rabia. Porque es claro que la rabia es un sentimiento humano, pero hay que saber qué hacer con ella. La violencia no trae nada bueno. Escoger bien a tus amigos y a la gente que te rodea es fundamental. Siempre he creído que uno en el fondo sabe quien lo quiere y quien lo hace de la boca para afuera. ¡Así que adelante! Charles Chaplin escribió: “Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.”



6. Encontrar la felicidad en ti. 
No hay una guía para ser felices. Estos pequeños puntos han funcionado conmigo, pero no sabemos si contigo. La vida es un gran camino para conocerte. ¿Cómo sé que no me gusta el tofu si nunca lo he probado? O cosas más intangibles, ¿Como sé que no me gusta el skating si nunca lo he intentado? La felicidad es una actitud. No está ni el alcohol, ni en la marihuana, ni en el cigarrillo, ni en las pastillas para dormir, ni la tiene el vecino debajo de la almohada, o detrás de la nevera, ni la puedes encontrar en Google, ni la puedes comprar en el supermercado. Ser feliz depende de ti y de con que ojos mires al mundo. La felicidad depende de la actitud que tomes ante todo lo que te pasa. Es claro que en la vida es preciso arriesgarse para ganar cosas nuevas, que hay veces que las cosas no salen como uno quiere, que pasan cosas inexplicables o cosas naturales, y eso puede entristecernos. Pero son los enfoques los que nos hacen salir adelante, o ahogarnos en un hueco. También está claro que un abrazo ayuda, que un trago fortalece, que el dulce anima, como dijo Manuela Zárate en un artículo que me mandó Lena en estos días al Facebook: “Uno debería saber que el chocolate cura, que a veces el cigarro da vida, y que otras el alcohol fortalece, que algunas medicinas matan. Que a veces nos aferramos a muchos remedios cuando en realidad no estamos tan enfermos.” Esto es cierto, pero son pañitos de agua tibia. Ninguna borrachera va a hacernos más felices. Por el contrario, tenemos que aguantarnos una terrible resaca al día siguiente. Y no es por ser moralista, pero todos sabemos que todo en exceso es peligroso. ¡Hasta rezar, sí, hasta rezar! 


8. Olvidarse de que el dinero lo es todo. 
Para ser felices no es necesario el dinero. Muchas veces la vida se te va trabajando para conseguir dinero, y cuando menos te das cuenta no has vivido como tu querías. Es normal ver que las comunidades más pobres son más felices que las más ricas. Es normal ver que las casas de gente más pobre son más libres que las casas de la gente rica. Tal vez porque no están intentando ser algo que ellos no son, porque comparten más, porque están rodeados de gente, porque se ayudan. El sistema te ha enseñado que entre más tengas, más feliz serás, pero no es cierto. No se destapa la felicidad cuando abres una Coca-Cola, no eres más feliz porque tienes más ropa, porque tengas una casa muy grande, o porque tu celular sea un iPhone. El dinero es necesario para ciertas cosas, sí, porque no se puede vivir de amor, ni de aire. Pero ser egoísta, duro y mezquino, no te da una mejor vida. Pepe Mujica, es el presidente más pobre del mundo, como lo han apodado los medios. Dona el 90% de su salario a comunidades más necesitadas. El tipo tiene poder, bueno eso es algo que muchos quieren también, y por lo que se generan muchas guerras. Pero además de eso, es un señor que vive en una casa como ningún otro presidente ha vivido. Tiene una huerta, cría animales, hace sus cosas. El dice que el dinero es tiempo, y que el no quiere perder el tiempo haciendo cosas que a él no le gustan. Hay que tener carácter para vivir de esa manera. Hay tener las cosas bien claras para ir en contra del sistema. Parece que para ser feliz, hay que ir en contra de muchas cosas.

Por ultimo, deja que la vida fluya, no fuerces nada, vive el presente (no el futuro, ni el pasado), nunca te tomes las cosas personales, rodéate de gente que te quiere sin excusas, aléjate un poco del internet, rompe las reglas, conócete...



Haz clic aqui para leer ¿Cómo ser feliz? (Parte I)

Únete a la página en Facebook de El Blog de Matina para recibir noticias de nuevas entradas haciendo clic AQUI

1 comentario:

  1. He leido tus indicaciones con mucho interés y debo decir que parece que fuera yo mismo escribiendo en mi blog jejeje. Estoy plenamente de acuerdo contigo. Un cálido abrazo desde Barranquilla...

    ResponderEliminar