viernes, 15 de julio de 2011

Brasilombia

Todo cambió cuando llegué aquí. Desde lo que como en el desayuno hasta la ropa que uso para salir los fines de semana. Incluso la palabra amor es diferente, se pronuncia diferente, se vive diferente, no es muy parecida a lo que soy, a lo que me han enseñado, a lo que he copiado de la calle, de mi familia, mis amigos. Aún no me acostumbro, el amor brasilero y el amor colombiano tienen sus diferencias, o mejor, entre un brasilero y un colombiano hay muchas diferencias que podría resumir básicamente a esto: el brasilero es directo, sabe lo que quiere y va derecho sin rodeos, el colombiano, aunque sabe lo que quiere se va por los bordes (además de que las mujeres lo aceptan así, eso se lo enseñan a uno desde chiquita: “Entre más difícil se haga, hija, más rápido va a tener al hombre en sus manos”), entonces podemos decir que mientras un colombiano está tomando café detrás de una vieja, “conociéndola”, un brasilero ya ha besado a 3 en una noche. Los brasileros primero besan y luego intentan conocer, la mayoría de veces sólo besan, en Colombia los tipos intentan conocer y luego besan, por eso dice Heli que dice Rita Lee, la famosa cantante brasileña, que el sexo va antes y el amor después, aquí la gente primero se va a la cama y luego se piden los teléfonos, para mí es como mariposa y luego larva, como llegada antes de camino. Los brasileros, hombres y mujeres, se dejan guiar por la química, eso es más importante que tener gustos musicales parecidos o ver los mismos programas de televisión. En Colombia, lo más normal si se quiere una relación seria es que primero se hable un poco y luego sí viene lo demás. Supongo que son dos maneras diferentes de llegar a lo mismo, una más complicada que la otra (la brasilera es más complicada), pero finalmente una relación de dos.

Nota publicada en el blog BlueMonk Moods.

1 comentario:

  1. Chica, veo que la conversa que tuvimos fue muy productiva. Esa diferencia ya la vi algunas veces. Realmente somos muy directos! Tu sabes muy bien eso, me siento como una "cobaia" en la oficina, donde soy el objeto de tu observación. jajajaj.. Pero no importa, quiero que aproveches todos los momentos acá! Que veas que las personas pueden pensar diferente y que eso no necesariamente es errado. Gracias por las conversaciones y quiero que continuemos hablando y hablando chanfles!

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